Generalmente el karma se interpreta como una "ley" cósmica de retribución, o de causa y efecto. Es el conjunto de energías potenciales que residen en las profundidades de la vida y que se manifiestan en el futuro.
Si bien la 'Ley del Karma' se refiere a "causa y efecto", para el budismo, el concepto de karma implica acción mental (pensamientos), verbal (palabras) y física (acciones propiamente dichas, obras).
Según esta visión, el individuo genera tendencias a través de sus causas. Un pensamiento, palabra o acción 'intencional' determinará una tendencia en el mismo sentido. En este sentido, el karma consituye una fuerza inconsciente y condicionante, que hace que los individuos tiendan a un determinado estado de vida, ya sea bajo o elevado. Un mal karma, es resultado de malas causas que conducen al individuo a atravesar repetidamente una situación que provoca sufrimiento.
Usualmente se asocia el karma con la reencarnación, ya que una sola vida humana no alcanzaría para experimentar todos los efectos de las acciones del ser humano.